"Joder...": Summer gana el oro, rompe récord y termina sorprendida

No pudo haber sido un mejor comienzo. Justo al inicio de la sesión vespertina del quinto día del Campeonato Mundial de Natación, la carrera femenina de 200 metros mariposa trajo consigo un sinfín de posibles historias y heroínas a Singapur, liderada por la canadiense Summer McIntosh, que buscaba su tercera medalla de oro en estos Campeonatos Mundiales, y pasando por una de las calles exteriores a Zidi Yu, una prodigio china de 12 años que llegaba a su segunda final en esta etapa que marca el comienzo de todo. Casi de forma natural, la gran favorita se aseguró otra victoria, dejando a la competencia a kilómetros de distancia. Al final, no pudo evitar soltar un lamentable "joder...".
McIntosh, de 18 años, tenía como principal objetivo no una medalla, sino el récord mundial, vigente desde hace más de una década y media y que ostenta la china Liu Zige con un tiempo de 2:01.81. Todo apuntaba a que lograría el objetivo, pero una mala vuelta en la última vuelta y una última natación en media piscina acabaron impidiendo, o probablemente retrasando, el ansiado logro. La canadiense ganó, miró el marcador en la arena, se dio cuenta de que había superado tanto su mejor marca personal como la del campeonato, pero no pudo ocultar su decepción con su tiempo de 2:01.99, por delante de la estadounidense Regan Smith (2:04.99) y la australiana Elizabeth Dekkers (2:06.12). Por segunda vez, Zidi Yu estuvo a las puertas del podio en cuarto lugar (2:06.43).
"El gran objetivo que tenía con mi entrenador era batir el récord mundial , pero no lo conseguí. Creo que arruiné toda la carrera con lo que hice en los últimos 15 metros. Batí mi mejor marca personal, quería más, pero ya tengo ganas, y mañana [viernes] tendré otra gran final", dijo Summer McIntosh en la sección de entrevistas rápidas, mientras el entrenador francés Fred Vergnoux y sus padres observaban el tiempo final y apartaban la mirada mientras aplaudían la medalla de oro. ¿El siguiente reto? Probablemente el más difícil de todos: intentar vencer a la multimedallista Katie Ledecky en los 800 metros libres, tras su victoria en los 400 metros libres y el triunfo de la estadounidense en la final de los 1500 metros libres.
Otra semifinal, otra final, otro campeón mundial: Léon Marchand. Tras su fabulosa actuación del día anterior, estableciendo un récord mundial en los 200 metros combinados en semifinales, todas las miradas se centraban de nuevo en la posibilidad de batir su propio récord. "Ahora espero algo mejor", escribió, según se informa, su entrenador, Bob Bowman, quien no estará en Singapur. Parecía que podría lograrlo; la tercera ronda de braza desvaneció esa posibilidad de una vez por todas.
¿Se habrá sentido decepcionado el entrenador? No mucho. Bowman, actual director de la oficina de natación de la Universidad de Texas, observó a los tres atletas con los que trabaja luchar por la final hasta la mitad de la carrera. Marchand se adelantó por medio cuerpo, luego intentó recuperarse de un segmento de braza que no salió tan bien, y finalmente ganó con un tiempo de 1:53.68, que no es un récord mundial, pero sí el que sigue siendo el segundo mejor tiempo de la distancia (personal y mundial). El francés no se marchó con el mismo aspecto que Summer McIntosh, pero también insinuó que le habría gustado ir un poco más lejos, entre abrazos a sus amigos Shaine Casas (EE. UU., que corrió 1:54.30 y se convirtió en el cuarto más rápido de la distancia, detrás de Marchand, Ryan Lochte y Michael Phelps) y Hubert Kos (Hungría, 1:55.34).
Aún quedaba una final muy esperada, un récord más por batir. Tras ganar los 200 metros libres, David Popovici se enfrentó a su mayor prueba en los 100 metros libres con el aumento de la competencia, pero una vez más logró una hazaña en los últimos 50 metros, dejando atrás a todos sus rivales más cercanos y terminando con una nueva mejor marca personal y europea de 46.51, por delante del estadounidense Jack Alexy (46.92) y el australiano Kyle Chalmers (47.17), quien dejó a Guilherme Santos sin medalla (47.35). Así, el récord mundial de la distancia sigue en manos del chino Pan Zhanle, de los Juegos de París (46.40).
Para cerrar las finales individuales del día, se batió otro récord estadounidense: mientras todas las miradas estaban puestas en la estadounidense Regan Smith, quien se había llevado la plata en los 200 metros combinados, fue su compatriota Katharine Berkoff quien ganó la final de los 50 metros espalda con un tiempo de 27.08, por delante de Smith (27.25). El bronce fue para la china Letian Wan con 27.30, por delante de la canadiense Lylie Masse (27.33).
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